Feng Shui - El arte de vivir en armonía

Feng Shui - El arte de vivir en armonía
Feng Shui ha ganado gran popularidad en todo el mundo. Proveniente de China y con una antigüedad milenaria, influye cada vez más en la arquitectura, las construcciones y nuestra vida hogareña. Mucho se ha escrito y dicho sobre este tema. Al fin y al cabo, ¿qué pasa con todas estas recomendaciones de evitar ángulos cerrados, de colocar objetos metálicos en casa para equilibrar la energía, y otras igual de extrañas? Feng Shui es un cuerpo de conocimiento que ha tomado forma y se ha desarrollado durante miles de años. Al principio, era un campo reservado solo para los meteorólogos de la corte imperial china. Fueron iniciados en la medicina, la geomancia, la astrología y otras ciencias ocultas, guardando estrictamente el secreto de los conocimientos que poseían. Apenas llegó a los oídos de la gente común. Muchos habían oído hablar del Feng Shui, pero su conocimiento era, por así decirlo, "de oído". Eventualmente, este conocimiento llegó a manos de varias familias de confianza fuera del palacio imperial. Estos primeros maestros de Feng Shui utilizaron su arte para ayudar a las personas a mejorar sus vidas. El conocimiento se transmitía de padres a hijos para proteger la reputación y la posición de la familia.
Los geománticos chinos tienen una serie de creencias muy sofisticadas provenientes del animismo, el taoísmo y el confucianismo. Las enseñanzas del Feng Shui dicen que la tierra tiene ríos de energía muy similares a los meridianos de acupuntura del cuerpo humano. El Feng Shui también tiene en cuenta la posición de las constelaciones, incluidas algunas estrellas en el norte que no se pueden ver porque no parecen corresponder a ninguna constelación en la actualidad. En los últimos dos mil años, esta tradición se ha perpetuado, de modo que con cada nueva generación, el conocimiento sobre el Feng Shui se ha vuelto más accesible, hasta que hoy se desarrolla una versión simplificada del Feng Shui en Occidente.
Lo que llegó a conocerse como Feng Shui en Occidente es, de hecho, una versión popularizada de esta tradición. El Feng Shui no se basa en la religión, el misticismo o la superstición, sino que se asemeja a la ciencia matemática. En la base de este sistema hay cuatro aspectos principales: construcción, entorno, personas y tiempo. La mayoría de los autores y profesionales modernos utilizan solo los dos primeros aspectos, dejando de lado los cálculos (más importantes, pero más complicados) relacionados con las personas y el tiempo. A medida que la Tierra se mueve y cambia continuamente, también lo hacen las energías. La ciencia moderna ha demostrado que las ondas geomagnéticas están en flujo continuo. Los cálculos de Feng Shui dan resultados variables según la construcción, las personas, el tiempo y el entorno. No hay un lugar fijo para el dinero, el amor o el estudio. Aunque la energía (chi) para estos fines existe, se encuentran en lugares que difieren según el edificio. Es por eso que se necesita un practicante calificado para descubrir estos lugares. Mucho se ha hablado de los "remedios" del Feng Shui, pero la auténtica tradición no recomienda -como ocurre hoy- flautas, espejos, amuletos, encantamientos u otras soluciones ocultas.
Si se quiere equilibrar la energía de un lugar, el practicante utilizará más bien los cinco elementos primarios: madera, fuego, tierra, metal y agua. Estos elementos pueden tomar la forma de un recipiente de latón o un acuario, pero los remedios efectivos son solo los elementos mismos. Mucho se ha escrito sobre el uso de los espejos como remedio en el Feng Shui. En la Edad Media, los espejos se fabricaban con latón pulido, utilizándose como remedio para el elemento "metal". Los espejos de hoy no contienen suficiente metal para tener tal vocación. Cuando se les pregunta dónde debe colocarse el espejo, los verdaderos practicantes responden: "En el baño, donde más se necesita". Aunque un espejo puede usarse arquitectónicamente para ocultar un pilar de apoyo o para hacer que una habitación parezca más espaciosa, no es un remedio de Feng Shui. El propósito de los remedios es restablecer el equilibrio natural de la energía vital (chi) en un edificio. Los remedios de Feng Shui se basan exclusivamente en elementos y no en objetos. En términos de evitar ángulos agudos, como en las artes visuales, los bordes redondeados son mucho más hermosos y agradables que los ángulos agudos. Esto tiene que ver con lo que podríamos llamar Feng Shui ambiental. A veces puede limitarse a hacer que una habitación no sea demasiado brillante ni demasiado oscura. Una vez más, queremos crear un entorno equilibrado. Encender una estufa para calentar una casa puede considerarse una forma de Feng Shui ambiental.
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